EUROPA
PRESS
15 junio
2018
La
pérdida de peso por la cirugía de obesidad recupera la producción de
testosterona
Una nueva investigación presentada en
el Congreso Europeo de Obesidad (ECO, por sus siglas en inglés), que se celebra
en Viena, Austria, muestra que la reducción de peso después de una gastrectomía
en manga (cirugía para tratar la obesidad), que reduce el tamaño del estómago,
puede revertir rápidamente el hipogonadismo relacionado con la obesidad en
hombres con obesidad mórbida y restablecer los niveles normales de testosterona
y deseo sexual. El estudio fue realizado por el profesor Marco Rossato y sus colegas de la Universidad de Padova, en Italia.
La obesidad en los hombres se vincula con hipogonadismo; una
afección en la que se reduce la producción de testosterona, mientras que los
niveles de estrógeno están elevados. Estos efectos
parecen ser el resultado de un exceso de grasa corporal que interfiere con el
metabolismo de los esteroides sexuales, lo que conduce a una mayor
aromatización de los andrógenos (como la testosterona) a estrógenos dentro del
propio tejido adiposo. Se deduce que la pérdida de peso debería mejorar este
desequilibrio hormonal y contribuir a la reversión del hipogonadismo.
La investigación llevada a cabo hasta ahora se ha limitado a
evaluar los efectos de la pérdida de peso sobre el hipogonadismo masculino
mucho tiempo después de la reducción de la grasa corporal, por lo que no se
sabía con qué rapidez las hormonas volvían a la normalidad en los seres
humanos. El objetivo de este estudio fue investigar los niveles de esteroides
sexuales inmediatamente después de la pérdida de peso rápida en un grupo de
hombres obesos que se sometieron a cirugía bariátrica
para determinar cómo de rápido ocurrieron esos cambios.
Los autores seleccionaron a un grupo de 29 hombres obesos
con una edad promedio de 40,5 años y un índice de masa corporal (IMC) promedio
de 43,4kg/m2 (obesidad mórbida se define como > 40kg/m2). Se realizaron
análisis de sangre para medir la testosterona plasmática total, las hormonas
sexuales dihidrotestosterona (DHT), estradiol,
hormona luteinizante (LH), hormona foliculoestimulante (FSH), así como la globulina
transportadora de hormonas sexuales (SHBG), antígeno prostático específico
(PSA) y leptina en sujetos antes y un mes después de
que se sometieran a una gastrectomía en manga para reducir el tamaño del
estómago. Como control, el equipo estudió un grupo de 19 sujetos masculinos no
obesos sanos de la misma edad.
Mejoras en el
plazo de un mes
El estudio encontró que, entre los sujetos obesos, el 51,6
por ciento tenía hipogonadismo y aquellos con testosterona total anormal --con
síndrome metabólico (45,2 por ciento)-- mostraron testosterona plasmática más
baja que los hombres sin síndrome metabólico. El IMC y la circunferencia de la
cintura se correlacionaron negativamente con los niveles totales de
testosterona y LH en plasma. Los hombres obesos presentaban testosterona
plasmática más baja que los sujetos sanos (10,8 frente a 15,7 nmol/L), niveles más altos de estradiol (124,4 frente a
78,8 pmol/L), niveles más bajos de LH y FSH (3,6 y
2,5 contra 5,2 y 5,9 IU/L respectivamente). No se observaron diferencias entre
los dos grupos en sus niveles de DHT y PSA.
Un mes después de la gastrectomía en manga, los sujetos obesos
mostraron una reducción de peso significativa, con un promedio de 17,2
kilogramos y la proporción con hipogonadismo cayó al 11,6 por ciento. Los
niveles promedio de testosterona aumentaron en un 85 por ciento, a un nivel
mayor que el observado en el grupo control saludable (18,9 frente a 15,7 nmol/L). Los niveles de estradiol cayeron en un 35 por
ciento mientras que los niveles de PSA aumentaron en un 70 por ciento.
El estudio concluye que mientras que los hombres obesos
muestran una prevalencia elevada de hipogonadismo, esto se revierte rápidamente
(en el plazo de un mes) después de una pérdida de peso significativa tras la
cirugía bariátrica. Los niveles de testosterona suben
significativamente mientras que los niveles de estradiol disminuyen debido a la
rápida y significativa pérdida de masa de grasa y la consecuente disminución en
la aromatización de andrógenos a estrógenos que típicamente ocurre en el tejido
adiposo.
Los autores señalan que: "La importancia clínica del
rápido aumento de los niveles plasmáticos de PSA observados un mes después de
la cirugía bariátrica es aún oscura y debe
confirmarse en un mayor número de sujetos y después de un periodo de
observación más prolongado tras la cirugía y el mantenimiento de la reducción
de peso". Sugieren que "podría deberse al rápido aumento de la
testosterona que estimula la próstata y/o a la rápida reducción del volumen
plasmático tras la pérdida de peso".